13 abr 2012
Algún tiempo atrás
no demasiado lejos
de este momento,
no lo siento así...
por cierto no lo es tanto.
Nada parece haberse
detenido,
y ese amor que
a su vez es calma,
es el delirio
que desequilibra mi alma.
Esos días de gloria
donde en tus brazos
encontraba plenitud
y solía sentirme mujer
a través de esos besos,
esos manos que transmitían todo.
Pasión,
dolor en la piel,
éxtasis,
Amor.
La dulzura con la que
cada día empalagaba
cada uno de mis sentidos
y no cabía en mi razón
por la cual, dejar de vivir
si tan solo sorbía de su esencia
en tus labios.
Hoy mi lecho
encuentra tu lado vacío,
aun puedo sentir ese calor
emanado de tu cuerpo,
el aroma de tu aliento
cercano a mi,
escudriñado en mi cuello.
Y quiero en un deseo
descabellado surgido
en la noche fría
solitaria y sin sonido,
solo el silencio,
una vez mas tocar tu cabello,
una vez mas oír de tu boca
una y mil veces que me amas.
Y si debo perderme
en la locura
por sentirte nuevamente
bienvenida sea.
Si es así,
como lo vivo
a diario desde
aquella noche
en que te perdí.
Si es así,
como camino
y sonrío sin recurrir al olvido,
te tengo amor mio,
aun en la mirada
aun en mi sangre
que sigue candente a tu memoria.
Cierto tiempo atrás
no muy lejano,
dejaste tu huella perpetuada
en tus caricias
en cada centímetro de mi cuerpo.
Y cierro mis ojos
recostada en mi lecho,
entreabiertos mis labios,
me suelto a vibrar
por tu amor intensificado,
tu memoria es la que me ama,
es por tu vida unida a la mía
por la cual aun te amo.
Y es de esos amores
que nada puede derribar,
y es de esos amores
que el tiempo
no logra borrar.
Y no me siento sola
ni percibo ansiedad,
solo tu.
Y este amor.
De ese amor
por el cual mi palabras
no se detienen,
no encuentran descanso
y siguen
y siguen...
sin contar las horas,
el tiempo se detuvo
sin poder decir adiós.
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