7 may 2012
A veces, todo el tiempo
me regocijo en el egoísmo,
taladrando mi mente
ante mi propio dolor.
Olvidar de como volar.
No ver la mano tendida.
Sin ver mas allá
de mis llagas,
haciendo victima al corazón
en cada oración
compuesta por la emoción.
Y anclada en el lodo,
mis pasos lentos
desganados,
pierden la recta de su senda.
A veces, todo el tiempo
busco aclarar la penumbra
y ver en la mirada de otros
el reflejo de la esperanza
perdida, escondida
en algún sitio de mi ser.
Y entonces mis ojos
toman el valor de ver
mas allá de su poniente
y descubre que el horizonte
es mas despejado
mientras se avanza
enfrentando los miedos,
venciendo con fe los obstáculos.
Y entonces darme cuenta
que la mente te tiende trampas
y el cuerpo débil
no puede esquivarlas,
sin descifrar que la vida
no solo se halla dentro
de las paredes que me envuelven
y aprisionan mi presencia.
De repente tomar las riendas
de mis emociones
saber que la fuerza
esta en la confianza
del conocimiento,
de no sabernos solos
en el universo,
sintiendo a los demás
compartiendo siempre
el valor que impulsa el amor.
Y aprendo de mis fallas,
comulgo de mis errores
para emprender de nuevo el camino,
enderezar mis pasos
y encabezar la búsqueda
de algunos sueños perdidos,
entonces perdonar
el olvido y
empezar a vivir lo no vivido,
convivir con la amistad,
el amor,
y dispersar la luz
antes reprimida en el alma.
Y ser libre
de poder asistir
a la bendición diaria
de un nuevo amanecer.
Namaste-
"Manzy"
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