7 may 2012
Donde encontrar el olvido
cuando se trata de recortar
la nostalgia y
quebrar la soledad,
los silencios, y
abocarnos a los sueños.
Descansar en el olvido
y palpar el encanto
de fluir en el anhelo
del descanso concebido.
Es el destino.
Mantener la guardia,
atender los asuntos del pasado
y por fin dejarlos
en el sufragio de su propio abandono.
Desmontar la escena
donde mi rostro amordazado
acalla las emociones reprimidas,
desinhibir los pensamientos
y dejar que se dispersen
con el viento,
se multipliquen las fuerzas,
se enaltezcan las esperanzas
y habitar en el seno
de cada sueño renacido.
Despejar los miedos
que el sombrío olvido
se los lleve, los pierda en el abismo de la nada.
Y que todo surja,
del hasta entonces
reprimido corazón,
que de las cenizas,
se vuelve llama.
Y dejar que pase
lo que tenga que ser,
en su debido tiempo.
Y es mi calma,
permanecer en la memoria
avanzada de mi propia vida
reflejada en cada palabra.
Sola en la noche... no mas.
Viajando juntos en el infinito.
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