7 may 2012
Créeme cuando mis palabras
suenan fuerte a tus oídos
y llegan en lo profundo
de tu alma para calar
en tu corazón y acomodarse
acariciando cada parte de tu ser.
Créeme que mis sentidos
esperan la retribución de ti,
que desean con anhelo
la emoción concebida
en cada acople con tu cuerpo.
Estoy esperando...
Aguardando en la calma
de mi alcoba,
en la noche que refugia
el secreto susurrado
a la brisa,
subida al trémulo contacto del otoño,
cree a mi aroma recibido,
al recuerdo de mi voz arropada
en los rincones imaginarios
de los pensamientos.
Pensamientos que roen el pasado,
quitan la corteza del presente,
entran y se diseminan
alterando su curso,
predominando en el espacio
determinando hoy el futuro.
Y con sumo cuidado
asomo mi rostro en la ruta,
siento el viento azotar
al contacto y mi horizonte
comienza a explayarse y nuevamente
puedo ver con claridad tu presencia
en todos mis tiempos de vida.
Créeme, confía.
No es capricho del destino
haberte escogido,
es mi penitencia
amarte...
amarte y no saberte mio,
tan distante...
tan ajeno.
Lo que esconden mis labios,
lo que silencia,
descubrelo en mi mirada,
la verdad,
escrita sin velos por el alma.
Cree que mas quisiera mi todo
que enfoques tus emociones,
a vibrar en conjunto con mi ser,
quien aguarda celosa del entorno
que ahora te cobija en la noche.
Y mi cuerpo
es mi cárcel,
mi alma corre libre
hasta tu existencia,
tómala,
hazla feliz
entre besos y tus abrazos.
Mis suspiros, a ti;
mis manos inquietas, a ti
mis labios, mis latidos,
mis deseos, fantasías...
A ti, mi razón
y yo con mi delirio.
Se feliz.
Namaste-.
"Manzy"
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