17 mar 2012
Vuelvo a elegir la calma, rescatar mi paz en medio de la tormenta que inquieta a veces al alma.
Vuelvo a sonreír sin importar mas que el amor a la vida.
Esa es mi esencia digna del ser que habita en el universo,
esclava de un destino impreciso, pero destino que me acoge
en su camino y me obsequia la elección de ser quien soy, a pesar
de mis errores, a pesar de mis defectos.
Volver a estar en armonía con mi propia existencia,
volviendo a descubrir a diario, nuevamente mi yo.
Quien soy a causa de mis acciones,
a través de mis emociones compartidas.
Arranco el velo de mis sentidos adormecidos
y retorno a mi sendero de luz.
Soy la paz interior que acaricia mi renacimiento.
Capaz de sonreír ante cualquier adversidad,
lo que no mata me fortalece el espíritu
y mis pasos se reafirman al futuro.
Vuelvo a encontrarme con el reflejo de la mujer
que dormida en la bruma y el letargo
se perdía el brillo de cada momento convertido en recuerdo.
Mujer amada,
amiga querida,
madre...
Mujer ser divino
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