1 mar 2012
Recuperar aquello que una vez tuvimos entre las manos
y dejamos ir o el destino nos condujo por distintos caminos
a veces es como querer atrapar un trueno dentro de un frasco
y querer en el deseo intenso observarlo en calma.
Algo irracional o fuera de lugar para un sentimiento
sin mas ingrediente que el egoísmo o el delirio.
Amar sin comprender la libertad, la razón de cada ser,
lo que nos hace únicos entre tantos dentro de la nada
que nos rebalsa y nos desboca en emociones
tan sin sentido y carentes de la pizca de sensibilidad
ante momentos intensos, ante instintos incapaces
de sostener con madurez e integridad.
Comprender la velocidad en que se mueven
cada pieza de vida latente o no
llegar a la verdad absoluta, es un trecho de altura y longitud
que sobrepasa nuestros sentidos.
Y aquí yacen los pensamientos irracionales,
en palabras que se van acumulando
una detrás de otra en busca de alguien,
con sutil capacidad cognitiva de sembrar
un semilla de misericordia a esta noche
que resguarda los mas íntimos sueños,
las mas inimaginables ilusiones,
nada acaba; todo es un nuevo comienzo
y tu eres un pedazo de camino que construyen
nuestra vida, la propia,
no la ajena;
esa que no llegamos a atrapar,
déjala que viva en su senda.
Perdida o encantada, enredada en frases
pero con el corazón palpitando en cada detalle.
Sin correcciones,
solo siendo espontanea.
Si me entiendes, lo comprendo
sino, también lo agradezco.
Se feliz.
Namaste-
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