Tenerte en mi memoria
como un tesoro eterno
es el obsequio
que me ha dado Dios,
haberte amado
haberte sentido,
y saberme amada
gracias a la gloria divina.
Saberte mio
y saberte vivo
dentro de mi.
La calma me envuelve
y la brisa me toma
en sus brazos,
estas conmigo,
jamas te he perdido.
Y en mis sueños
aun lates en mis sentidos.
Mi ángel,
Amor,
amor...
Se feliz.
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