29 ene 2012
Cuando sientas que la vida se destiñe,
los colores pierden su brillo
y nadie te tiende la mano
cuando tu alma se encuentra en la bruma.
Cuando sientas en tu pecho
la opresión de la incomprensión,
las respuestas en silencio
en los que buscas refugio
consuelo a la angustia de la desilusión.
Cuanto sientas que se te cierran las puertas
que los que amas construyen insultantes barreras,
cierra tu ojos y sonríe a tu corazón
que en paz transita contigo.
Haz de tu mirada el reflejo
de tu orgullo, de tu amor
hacia quienes desean tu bien,
ve en busca de la sinceridad
en el ser que atiende tu sed de felicidad.
Hay tantas personas en el mundo
personas que con solo una palabra
que con tan solo un simple abrazo,
una caricia, todo lo dice, nada lo esconde.
Sabras distinguir entre tinieblas
aquello que dirige tu barco a buen puerto.
Conseguirás entonces,
ver el reflejo de la paz en otros ojos
abiertos a la comprensión
a la empatia de tus sueños,
de tus anhelos,
aplaudirán tus logros
y bendecirán tu camino.
Se acercaran con los labios
alabando la risa,
el canto que vencerá tus miedos.
Nadie entonces podrá
derribar tu fortaleza,
construida en la fe, la ilusión,
el sueño del amor en todo su esplendor.
No te dejes que te venza el engaño,
ni la tristeza de otros ojos ya vencidos.
Aprende a levantar
el mentón hacia el horizonte
con la bendición de Dios,
quien nunca te abandona,
quien jamas deja de brillar,
ni ante la mas terrible de las tormentas.
Todo pasa... en la fe que te sostiene.
Namaste-
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